Un día Ben fue al parque con su mejor amigo Jack, su perro. Siempre jugaban a lo mismo, Ben lanzaba la pelota y Jack la traía a sus pies. Pero ese día algo cambió, cuando Ben lanzó la pelota, Jack la confundió con un enorme hueso, perdiendo la pelota. El niño asustado corrió a los arbustos y salvó la pelota. Los amigos muy felices volvieron a casa y contaron lo sucedido.
FIN
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